Ficha técnica
Autora: Elena Castillo Castro
Título: La probabilidad del unicornio
Género: New adult, romance
Autoconclusivo
Nº de páginas: 288
Editorial: Titania
Encuadernación: Tapa blanda con solapa
Fecha de publicación: Octubre 2017
ISBN: 9788416990993
Tras la peor noche de su vida Vera Gillis deberá asumir las consecuencias de sus malas decisiones e irse de la cosmopolita Universidad de Fordham (Nueva York) al último rincón perdido de Alabama. Acogida por un viejo matrimonio sureño piensa que contará los días de condena aburrida en un porche blanco bebiendo té dulce y mirando el horizonte más allá de las plantaciones de soja, pero los entrometidos habitantes de Abbeville tienen otros planes para ella y con su particular estilo dirigirán sus pasos hacia el chico de la Standard Oil.
Todos en el pueblo conocen a Ben Helms, de una u otra forma todos le deben algo o lo han necesitado alguna vez. Saben que está metido dentro de un laberinto de números y que no encuentra la salida. El mundo siempre ha ido demasiado lento para su mente maravillosa y la vida lo mantiene atrapado en el mismo lugar de tal manera que solo es capaz de escapar cuando mira al cielo.
La probabilidad de que los dispares mundos de Vera y Ben colisionaran era baja y la posibilidad de que sus respectivos planes se complicaran al enamorarse era elevada. Sin embargo, él se verá atraído por lo ilógico y ella volverá a arriesgarlo todo una vez más, incluso su corazón.
Al fin y al cabo, dos estrellas diferentes pueden pertenecer a una misma constelación.
Valoración
El libro comienza con la llegada de Vera, nuestra protagonista principal, a Abbeville, un pequeño pueblo de Alabama. Desde ese momento, la autora nos adentra en su nueva vida, y compartimos con ella su día a día, como se siente, y como va conociendo y entablando relación con los peculiares personajes de ese pequeño pueblo, especialmente con Ben, un muchacho muy diferente a ella.
Sin duda, los personajes son el punto fuerte de esta novela. Sus vidas, sus miedos, sus sentimientos, su evolución. La autora nos los presenta muy bien creados, son reales, complejos, y sus historias están llenas de superación.
La historia principal, la de Vera y Ben, es dulce, bonita, con mucho sentimiento, a fuego lento. Vas viviendo junto a ellos como se va creando una conexión especial, a pesar de que son totalmente diferentes. Me ha gustado muchísimo esta historia, lejos de los tópicos de "chico guay" y "chica tonta". Quizás todo lo contrario, él es un chico dulce, y reservado, y ella es más rebelde y testaruda.
A Vera la entendí por momentos, es una adolescente que se está descubriendo a sí misma, que tras un error en su vida, se encuentra entre desconocidos en un lugar nuevo para ella, y tras una etapa difícil. A ratos contra decible. No entiende porqué sus padres la han enviado allí y lo demuestra con su actitud, pero por otro lado, estar en Abbeville se lo toma como algo pasajero, y se deja llevar. En general, y debido a su situación, se entiende cómo piensa y actúa. En cuanto a Ben, es adorable, imposible no cogerle cariño, es muy especial, diferente, tanto él como sus circunstancias. Es un muchacho inteligente, que un duro golpe le cambió completamente su vida y sus planes, y que lucha para salir adelante. Está sumergido en sus números y es reservado, aunque ha conseguido ganarse el cariño de todo el pueblo con su amabilidad.
Además, la autora ha enriquecido la trama de los dos personajes principales, con historias de otros secundarios. Son cercanos, también se les coge cariño, y todos aportan algo importante en la historia y a la evolución de Vera y Ben. Disfruté mucho con cada uno de ellos, y me quedé con ganas de profundizar más y saber cómo continuarían sus vidas.
Otro punto fuerte del libro es el misterio del pasado de los personajes. Ambos tienen una historia muy interesante que contar de su pasado, la cual iremos descubriendo a través de sus páginas. Por un lado, cuales son los motivos por los que Ben se centra en sus números y es tan reservado y especial, y por otro, el por qué los padres de Vera han decidido enviarla a este pueblo. Un apunte, sobre este tema. Entiendo que, cómo la autora hace uso de los diálogos para que vayamos descubriendo a los personajes, Vera no cuente lo que le sucedió hasta que no coja confianza, pero para mí como lectora, se me ha hecho algo pesado darle vueltas y alargar demasiado esta subtrama sin desvelarla, haciendo muchas veces referencias pero sin aportar más datos. Sin embargo, la de Ben me ha encantado, como se va abriendo y lo vamos conociendo poco a poco, y sobre todo, como se le coge mucho cariño!
Elena, sabe tomarse su tiempo para describir perfectamente las situaciones y crear la atmósfera adecuada, sobre todo en los momentos románticos, ya que por lo menos a mí, me ha llevado a sentir lo que sienten los personajes, me he puesto en su piel, y he sentido las mariposas en el estómago y compartido con ellos unos momentos muy especiales. Además, hace buenas descripción del lugar, que realmente, después de haber leído el libro, tengo la sensación de que hubiera estado allí durante unas vacaciones de verano... la autora consiguió trasladarme a Abbeville sin duda alguna.
La lectura es muy ligera, con lenguaje fácil. Los capítulos son cortos, hay mucho diálogo. El ritmo es rápido, porque no dejan de ocurrir más y más cosas, pero sí es verdad que los sentimientos van lentos, para disfrutarlo, por lo que si te gusta el “instalove” esta historia no es para ti, ya que aunque desde un primer momento se nota la chispa entre Ben y Vera, su historia evoluciona poco a poco. Básicamente, te mantiene enganchado a las historias de los personajes. Aunque el final, me hubiera gustado que hubiera sido de otra manera, esperaba más. No sabría decir si predecible o no, ya que ocurren demasiadas cosas que no te esperas, pero que fue demasiado rápido sí. Un desenlace que, aunque me gustó, se me hizo algo frío, ya que me da la sensación que dedica pocas páginas, y no me dio tiempo a disfrutarlo.
En definitiva, me he encontrado ante una novela con una lectura muy ágil, una historia muy dulce, donde vemos la evolución de los personajes, y compartimos con ellos sus experiencias y superación. Sin duda, muy recomendable adentrarse en esta novela y conocer a cada uno de estos maravillosos personajes que tan bien ha definido la autora, y lo que más me ha gustado, y más destacaría, sentir con ellos. Un libro especial.
No puedo dejar de mencionar la edición tan bonita. La portada es preciosa, muy acorde a la historia, y los inicios de capítulo son también muy bonitos y originales con esas frases al inicio, ¡Me encanta cada una de ellas! Una lectura muy recomendable, 4 de 5 estrellas
Sin duda, los personajes son el punto fuerte de esta novela. Sus vidas, sus miedos, sus sentimientos, su evolución. La autora nos los presenta muy bien creados, son reales, complejos, y sus historias están llenas de superación.
La historia principal, la de Vera y Ben, es dulce, bonita, con mucho sentimiento, a fuego lento. Vas viviendo junto a ellos como se va creando una conexión especial, a pesar de que son totalmente diferentes. Me ha gustado muchísimo esta historia, lejos de los tópicos de "chico guay" y "chica tonta". Quizás todo lo contrario, él es un chico dulce, y reservado, y ella es más rebelde y testaruda.
A Vera la entendí por momentos, es una adolescente que se está descubriendo a sí misma, que tras un error en su vida, se encuentra entre desconocidos en un lugar nuevo para ella, y tras una etapa difícil. A ratos contra decible. No entiende porqué sus padres la han enviado allí y lo demuestra con su actitud, pero por otro lado, estar en Abbeville se lo toma como algo pasajero, y se deja llevar. En general, y debido a su situación, se entiende cómo piensa y actúa. En cuanto a Ben, es adorable, imposible no cogerle cariño, es muy especial, diferente, tanto él como sus circunstancias. Es un muchacho inteligente, que un duro golpe le cambió completamente su vida y sus planes, y que lucha para salir adelante. Está sumergido en sus números y es reservado, aunque ha conseguido ganarse el cariño de todo el pueblo con su amabilidad.
Además, la autora ha enriquecido la trama de los dos personajes principales, con historias de otros secundarios. Son cercanos, también se les coge cariño, y todos aportan algo importante en la historia y a la evolución de Vera y Ben. Disfruté mucho con cada uno de ellos, y me quedé con ganas de profundizar más y saber cómo continuarían sus vidas.
Otro punto fuerte del libro es el misterio del pasado de los personajes. Ambos tienen una historia muy interesante que contar de su pasado, la cual iremos descubriendo a través de sus páginas. Por un lado, cuales son los motivos por los que Ben se centra en sus números y es tan reservado y especial, y por otro, el por qué los padres de Vera han decidido enviarla a este pueblo. Un apunte, sobre este tema. Entiendo que, cómo la autora hace uso de los diálogos para que vayamos descubriendo a los personajes, Vera no cuente lo que le sucedió hasta que no coja confianza, pero para mí como lectora, se me ha hecho algo pesado darle vueltas y alargar demasiado esta subtrama sin desvelarla, haciendo muchas veces referencias pero sin aportar más datos. Sin embargo, la de Ben me ha encantado, como se va abriendo y lo vamos conociendo poco a poco, y sobre todo, como se le coge mucho cariño!
Elena, sabe tomarse su tiempo para describir perfectamente las situaciones y crear la atmósfera adecuada, sobre todo en los momentos románticos, ya que por lo menos a mí, me ha llevado a sentir lo que sienten los personajes, me he puesto en su piel, y he sentido las mariposas en el estómago y compartido con ellos unos momentos muy especiales. Además, hace buenas descripción del lugar, que realmente, después de haber leído el libro, tengo la sensación de que hubiera estado allí durante unas vacaciones de verano... la autora consiguió trasladarme a Abbeville sin duda alguna.
La lectura es muy ligera, con lenguaje fácil. Los capítulos son cortos, hay mucho diálogo. El ritmo es rápido, porque no dejan de ocurrir más y más cosas, pero sí es verdad que los sentimientos van lentos, para disfrutarlo, por lo que si te gusta el “instalove” esta historia no es para ti, ya que aunque desde un primer momento se nota la chispa entre Ben y Vera, su historia evoluciona poco a poco. Básicamente, te mantiene enganchado a las historias de los personajes. Aunque el final, me hubiera gustado que hubiera sido de otra manera, esperaba más. No sabría decir si predecible o no, ya que ocurren demasiadas cosas que no te esperas, pero que fue demasiado rápido sí. Un desenlace que, aunque me gustó, se me hizo algo frío, ya que me da la sensación que dedica pocas páginas, y no me dio tiempo a disfrutarlo.
En definitiva, me he encontrado ante una novela con una lectura muy ágil, una historia muy dulce, donde vemos la evolución de los personajes, y compartimos con ellos sus experiencias y superación. Sin duda, muy recomendable adentrarse en esta novela y conocer a cada uno de estos maravillosos personajes que tan bien ha definido la autora, y lo que más me ha gustado, y más destacaría, sentir con ellos. Un libro especial.
No puedo dejar de mencionar la edición tan bonita. La portada es preciosa, muy acorde a la historia, y los inicios de capítulo son también muy bonitos y originales con esas frases al inicio, ¡Me encanta cada una de ellas! Una lectura muy recomendable, 4 de 5 estrellas
Sobre la autora
Elena Castillo Castro, nació en Lorca (Murcia). Apasionada del piano y acérrima lectora desde pequeña, se abraza a la escritura en busca de otros mundos que la complementen. Licenciada en Farmacia por la Universidad de Granada compagina medicamentos y letras en la rebotica. Organiza el certamen literario Tinta por Lorca con el que se edita el libro solidario "Veinte pétalos", donde participa con el relato "Besos salados" bajo el pseudónimo Nené Torreira. Publica con Ediciones Kiwi "Baile de luciérnagas" en septiembre de 2012 y "Un columpio en las estrellas" en septiembre de 2013. Administra el blog Tinta y Acordes donde funde música, literatura y su afición por los astros.
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* Soraya *
Saludos y felices lecturas